El sector constructivo consume gran cantidad de recursos naturales en términos como el agua, la luz o los combustibles además de los propios materiales para la construcción como madera o minerales. La utilización de tales recursos no solo afecta al uso directo de las edificaciones, sino también a toda la industria indirecta que circunscribe y colabora con la construcción. Con la llegada del Pacto Verde Europeo, la Comisión Europea ha otorgado al sector de constructivo un papel esencial en el nuevo desarrollo sostenible de la economía. La transición hacia un concepto circular de la economía donde las tres erres (reducir, reciclar, reutilizar) sean las protagonistas es vital para paliar los malos hábitos de la humanidad para con el planeta y su supervivencia, por lo que aquí os dejamos 4 variables básicas que vertebrarán la construcción del mañana:
1. Estrategia de economía circular en plásticos
El actual método de producción lineal es incompatible con una concepción ecológica de la construcción, por lo que transformarlo en uno con un carácter sostenible que conserve los recursos mundiales y proteja el medioambiente es vital. Debemos tener en cuenta que según la Directiva Marco de la Unión Europea el sector de la construcción genera un 40% de los residuos y un 35% de los gases de efecto invernadero en la zona euro. La principal característica de esta iniciativa es maximizar el valor de los materiales y recursos durante el mayor tiempo posible, devolviéndolos al ciclo de vida mediante su transformación o reciclaje y minimizando así la generación de residuos. En España la Estrategia de Economía Circular que ha impulsado el gobierno incluyó un plan inicial de 2018-2022 que conllevará un gasto de más de 900 millones de euros, con el que se propone acabar con el “extraer, producir, usar y tirar” al que obedecía el modelo actual. El giro debe abarcar todo el proceso, desde su origen, para que la implantación arraigue en lo más profundo del sistema constructivo mejorando la eficiencia y eficacia de las medidas.
La nueva concepción circular del plástico es un beneficio tanto para la industria como para la sociedad, ya que la reconversión y reutilización de los recursos dará una nueva vida a materiales que hasta ahora iban directamente al vertedero. Por ejemplo, en España nos encontramos en el primer puesto de los países que más residuos tira, provocando una auténtica saturación de los vertederos y, a su vez un gran aumento de las emisiones contaminantes. La ambición del plan contempla que en 2040 el 100% de todos los envases de este material sean reciclados, reutilizados o recuperados, reduciendo así al mínimo la huella de carbono y los vertidos de la industria.
2.Eficiencia energética
Los edificios, según datos de la UE, consumen el 40% de la demanda de energía primaria, por lo que también son uno de los mayores emisores de CO2 a la atmósfera. La calibración e implantación de sistemas energéticos menos contaminantes produciría, por tanto, un impacto radical e inmediato en la huella de carbono de la Unión Europea. Los requisitos impuestos por la Comisión Europea en 2010 a nuevas construcciones fueron un primer paso que, con el ya nombrado Plan Verde Europeo, impulsará de forma definitiva el uso de nuevas técnicas y diseños en los sistemas energéticos de los edificios. El principal reto consiste en dar el salto cualitativo hacia una energía sostenible incluyendo a todo el ciclo de vida de una vivienda: construcción, uso y demolición.
La base de la transición energética parte de la utilización de energía renovables en el día a día del consumidor. Así, las nuevas tecnologías han hecho progresar al sector de la energía solar y eólica de forma que se puedan incorporar definitivamente a las nuevas construcciones. La alimentación a través de estas energías renovables tiene cada vez mayor impacto y se va a ir incrementando con el tiempo hasta convertirse en un producto sustitutivo y complementario de las energías tradicionales.
La investigación en nuevos productos de revestimiento, o el redescubrimiento de algunos olvidados para la causa, es otra de las claves para una mejora de la eficiencia energética, ya que progresivamente irán sustituyendo a las materias primas que actualmente se utilizan y que consumen gran cantidad de energía.
Por último, otro punto relevante para promover sistemas energéticos más eficientes es la climatización, ya que es un foco clave en el consumo diario de energía. Las medidas que las nuevas construcciones están tomando para mejorar la climatización son los aislamientos de la luz solar, sensores de luz e instalación de sistemas de seguimiento sobre el consumo energético y el gasto de CO2. Las alternativas más eficientes en contraposición a la alimentación tradicional que promueve la nueva legislación europea son el suelo radiante, la aerotermia y la ventilación de doble flujo.
3. Materiales sostenibles
Como no puede ser de otra manera las tes erres también se aplican al ámbito de los materiales utilizados en la construcción. La elección de los recursos para las nuevas construcciones y las rehabilitaciones se rige por elementos restaurados, reciclados y sostenibles que sean respetuosos con el medio ambiente. Por esto cada vez está teniendo mayor importancia una correcta selección de los materiales en la construcción y optar por aquellos que hayan sido certificados desde el punto de vista medioambiental. Tal y como hablábamos en el siguiente post acerca de las Certificaciones ambientales en la edificación.
Una forma más de ayudar a frenar el cambio climático a través de los materiales es comenzar a seguir de forma estandarizada un criterio de cercanía en la compra de recursos, ya que así se minimiza el transporte asociado a la construcción y por tanto se generan menor cantidad de gases de efecto invernadero. Los fondos europeos Next Generation supondrán para España la recepción de 140.000 millones de euros en transferencias y créditos en el período 2021-2026, de los cuales 6.000 millones irán destinados rehabilitar edificios con el objetivo de paliar los costes diferenciales entre utilizar materiales sostenibles o contaminantes una clara apuesta por la construcción ecológica.
4. Cambio en los planes de ordenación urbanística
Hasta bien entrado el siglo XXI, España, al igual que la mayoría de los países de nuestro entorno, priorizaba las nuevas construcciones en sus ordenamientos jurídicos. Esta tendencia se ha visto invertida de forma casi absoluta, ya que en las futuras metrópolis superpobladas en las que residirá la mayor parte de la población en occidente no existirá suelo urbanizable donde realizar nuevas construcciones, por lo que el futuro es la reconstrucción y rehabilitación. La principal ventaja de la rehabilitación de edificios reside en la reducción de emisiones, ya que se evitan los levantamientos de nuevas estructuras y minimiza la mayoría del impacto ambiental que conlleva una nueva construcción. La gestión urbanística institucional se dirige hacia una construcción sostenible, que implica nuevas formas de comunicación interurbana como el carril bici, incrementar las zonas verdes y peatonalizar el núcleo central de la ciudad limitando la presencia de transporte privado. Con estas iniciativas se reduce el consumo de agua, de materias primas y de energía, así como que se minimiza la huella de carbono y se mejora la calidad del aire de la ciudadanía.
Todas estas tendencias vienen a reafirmar el compromiso general europeo con el planeta y el respeto ambiental. La reutilización de materiales especialmente sensibles como los plásticos; la apuesta por materiales sostenibles y energías renovables, y el fomento de la rehabilitación frente a las nuevas construcciones son las principales directrices que marca Europa en materia de construcción sostenible.
Y en ABN escuchamos a la sociedad y al mercado y, por ello, incorporamos todas estas tendencias en toda nuestra cadena de valor. La sostenibilidad forma parte de nuestro ADN, y seguimos apostando por la innovación, que para nosotros va de la mano con el compromiso medioambiental.