En conmemoración del Día Mundial de la Mujer y la Niña en la Ciencia, presentamos la segunda entrega de nuestro ciclo de entrevistas para visibilizar a las #mujeresenlaindustria a través de charlas con profesionales destacadas del ámbito STEM.
Este mes hablamos con Patricia Aymà, biotecnóloga, ingeniera ambiental y cofundadora, así como CTO de la innovadora startup VEnvirotech. Esta emprendedora ha logrado convertir su interés por la ciencia, en una empresa pionera que se dedica a la transformación de residuos orgánicos en bioplásticos, contribuyendo así a la sostenibilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.
“Debemos lograr un cambio cultural que consolide el liderazgo, la inteligencia emocional en todas sus dimensiones y el emprendimiento”.
Patricia Aymà
P: Para comenzar, ¿podrías hablarnos un poco sobre tu trayectoria profesional? ¿Por qué decidiste emprender?
R: Soy biotecnóloga especializada en bioprocesos e ingeniera ambiental. Durante la carrera, combinaba mis estudios con las prácticas profesionales y trabajaba como profesora de refuerzo escolar. Más adelante, durante el máster, realicé prácticas en diferentes departamentos de biotecnología ambiental, y en uno de ellos conocí las bacterias productoras de bioplásticos, que fue lo que me animó a emprender con una idea de negocio.
Me apasionan las bacterias que crean productos y servicios de valor para el mundo, especialmente la producción de bioplásticos, fue la motivación que me impulsó a emprender. La posibilidad de utilizar bioplásticos producidos por bacterias ofrece una oportunidad única para mejorar la calidad de vida en nuestro planeta, contribuyendo así a la preservación del medio ambiente.
P: Desde tu perspectiva, ¿por qué es importante aumentar la representación femenina en la ciencia y tecnología?
R: Las mujeres tenemos mucho que aportar a estos sectores actualmente desequilibrados en términos de género. Como profesionales podemos aportar nuevas perspectivas y enfoques a estas áreas, y trabajar con la misma disciplina y diligencia en estos sectores que se han asociado históricamente con roles predominantemente masculinos, especialmente en posiciones de liderazgo.
Es esencial romper la brecha de género, superar el famoso “techo de cristal”, ya que nuestras capacidades son igualmente válidas y significativas.
P: ¿Por qué continúa existiendo una brecha de género en el sector?
R: Desde mi punto de vista, la persistencia de la brecha de género radica en la complejidad de la conciliación familiar con el avance en la carrera investigadora. Por lo general, son las mujeres quienes enfrentan el desafío de equilibrar sus roles profesionales y familiares, lo que dificulta el ascenso y el acceso a roles directivos a grandes científicas, limitando así las oportunidades y la continuidad de proyectos iniciados.
Además, cabe destacar que sectores como el científico están altamente precarizados y predominantemente masculinizados, con tareas a veces incluso físicas en el ámbito tecnológico, lo que complica el respaldo a destacadas carreras de líderes femeninas. Sin embargo, con los cambios sociales y culturales en curso, esta arraigada tradición comienza a experimentar transformaciones significativas.
P: ¿Has tenido alguna dificultad por el hecho de ser mujer como investigadora y especialista en biotecnología? ¿Y cómo empresaria?
R: En ambos casos tengo que contestar que no, nunca he tenido ninguna dificultad. Creo sinceramente que se trata de una cuestión de actitud personal. Me mueve hacer cosas y por lo tanto busco todos los caminos posibles para reducir dificultades. Por tanto, si ha habido desafíos asociados a mi condición de mujer, no los he identificado como tales.
P: ¿Cómo se puede fomentar la educación y formación en liderazgo para las mujeres en el ámbito científico?
R: Hay diferentes acciones que pueden ser de interés en este contexto: campañas para fomentar líderes o modelos de referencia de científicas en activo, mentorías entre mujeres líderes y aquellas en formación científica o programas específicos de emprendimiento y liderazgo dirigidos para mujeres. Debemos lograr un cambio cultural que consolide el liderazgo, la inteligencia emocional en todas sus dimensiones y el emprendimiento con formaciones básicas para las científicas y tecnólogas de cualquier institución educativa del país.
P: ¿Qué mensaje o consejo le darías a las jóvenes que están considerando carreras en ciencia y tecnología, especialmente aquellas interesadas en emprender?
R: Os necesitamos para ser las futuras líderes y referentes del emprendimiento femenino, perseverando hasta que ya no exista ningún límite que nos detenga, ¡hasta que no quede techo!