Las tuberías plásticas, por su estructura física, están sujetas a la difusión del oxígeno del aire desde el exterior hacia su interior. Esta permeabilidad varía en función de las condiciones de la instalación, como la temperatura y la presión.
Es sobre todo en circuitos cerrados en instalaciones de climatización, calefacción, geotermia o contra incendios en donde resulta necesario el uso de sistemas que incorporen una barrera al oxígeno, con el objetivo de evitar la disminución de su rendimiento.
Garantizar este aislamiento es posible gracias a las tuberías BAO (barrera anti-oxígeno). Hoy en día en el mercado existen diferentes alternativas que podrás conocer en este artículo.
- Problemática actual en los circuitos cerrados
- Los sistemas de tuberías con barrera anti-oxígeno (BAO): PB, PEX, PERT, PPR
- Ventajas de la nueva generación de tuberías de polipropileno PPT CT con barrera anti-oxígeno
- Las tuberías con barrera anti-oxígeno y la sostenibilidad
Problemática actual en los circuitos cerrados
Los circuitos cerrados que emplean el mismo fluido a lo largo de todo el recorrido, como, por ejemplo, los sistemas de tuberías de calefacción, climatización, refrigeración, geotermia o contra incendios, presentan una serie de problemas concretos:
- La oxidación: se trata de una reacción química producida debido al contacto con el oxígeno (O2) o una sustancia oxidante, como puede ser el agua (H2O). Las consecuencias de este proceso en los materiales son: la decoloración, el deterioro y la pérdida de las características naturales de un material, lo que acaba traduciéndose en corrosión.
- La acumulación de lodo o magnetita: es otra de las consecuencias en instalaciones de circuitos cerrados. Las llamadas incrustaciones son el resultado del depósito de calcio y magnesio en las paredes de las tuberías. Con el aumento de la temperatura en sistemas de calefacción, las sales de calcio y magnesio se vuelven más densas.
- La formación de biofilm: son comunidades de microorganismos adheridos a una superficie, que representan la forma habitual de crecimiento de las bacterias.
Los sistemas de tuberías que cuentan con barrera anti-oxígeno, al limitar la entrada externa de O2, reducen las posibilidades de contar con una avería por estos inconvenientes.
Los sistemas de tuberías con barrera anti-oxígeno: tipos y composición
Actualmente, existen diferentes materiales para la fabricación de sistemas de tuberías para circuitos cerrados, todos ellos pertenecientes a la familia de poliolefinas de materiales termoplásticos:
- Polibutileno (PB): se diferencia de los demás por el número de átomos de carbono existentes en la molécula de monómero. Este material destaca por su resistencia al esfuerzo, lo que es el llamado comportamiento de cadencia elástica. Esto se traduce en menores daños por heladas y menor dilatación térmica.
- Polietileno reticulado (PEX): este polímero, que sale de fábrica por extrusión, cuenta con forma de enlaces cruzados, o bobinas enrolladas. En función de su fabricación, existe el PEX-A (entrecruzamiento en caliente por encima del punto de fusión), PEC-B (reticulación de manera secundaria post extrusión) y PEC-C (reticulación en frío, por debajo del punto de fusión). Asimismo, cuenta con una larga duración, de hasta los 25 años.
- Polietileno no reticulado (PERT): es un polietileno expandido obtenido mediante gases hinchantes como el isobutano. Destaca por ser acolchado, lo que le da una gran resistencia a los golpes y a las vibraciones, así como una alta flexibilidad.
- Polipropileno (PPR): se trata de un plástico de reacción en cadena obtenido de la polimerización del propileno, y es un polímero vinílico porque la cadena principal la conforman exclusivamente átomos de carbono. Cuenta con una alta resistencia a la corrosión y a la formación de grietas, superando su vida útil los 50 años en condiciones de presión y temperatura.
Para garantizar la barrera anti-oxígeno, todos estos materiales emplean una barrera física de aluminio o la llamada EVOH, que consiste en una fina capa de copolímero etileno-vinilo-alcohol.
Uno de los inconvenientes que presentan los sistemas que incorporan esta capa barrera con EVOH o aluminio es que requieren su retirada para realizar la soldadura, lo que conlleva una mayor inversión tanto en mano de obra como en herramientas específicas para llevar a cabo esta tarea, además de los posibles errores derivados de su correcta realización.
Por otra parte, la membrana EVOH no es reciclable ni sostenible, lo que provoca que estos sistemas tengan una mayor huella ambiental.
Ventajas de la nueva generación de tuberías de polipropileno con barrera al oxígeno
Las últimas innovaciones en tuberías con barrera al oxígeno han llevado a la creación de tubos de polipropileno PPR CT pioneros en el mercado, que gracias sus aditivos que logran el efecto barrera sin el uso de capas adicionales de EVOH o aluminio. Estas son sus ventajas:
- No es necesario iniciar procesos de eliminación de capas para realizar la soldadura, como pasa con la EVOH y el aluminio.
- Se reduce el tiempo de trabajo y el uso de herramientas específicas para retirar las capas.
- Se evitan errores que son consecuencia del proceso de soldadura, como puede ser el pelado en exceso o no retirar por completo la capa, lo que asegura la termofusión.
- Aumentan el rendimiento y la eficiencia de la instalación, reduciendo así el consumo energético.
- Son más sostenibles al mantener la reciclabilidad propia del PPR
Las tuberías con barrera anti-oxígeno y la sostenibilidad
En sectores como la construcción es primordial potenciar la creación de materiales y soluciones directamente relacionados con una mayor durabilidad, resistencia y eficiencia, que permitan el desarrollo de productos innovadores.
Así, la sostenibilidad ha sido la clave sobre la que ha sido diseñada y fabricada la nueva generación de tuberías de polipropileno con barrera al oxígeno, creadas para aumentar la eficiencia e influir de manera directa en la durabilidad y en el consumo energético.
Además, se ha trabajado para hacer de estas tuberías, sin una capa barrera externa, productos 100% reciclables permitiendo una economía circular, que contribuye al menor consumo de materiales para la creación de nuevos productos. Se trata de una generación de tubos plásticos innovadora y completamente sostenible, avalada por diferentes certificaciones:
- La certificación del estándar Cradle to Cradle, reconocida a nivel mundial, que impulsa la sostenibilidad y seguridad de los productos de innovación para la economía circular. Evalúa los aspectos de diseño y fabricación de productos y materiales verificando que producen un impacto positivo en nuestro entorno. Se trata de una acreditación relevante si también se quiere recibir un certificado de construcción sostenible como LEED, WELL o BREEAM, otorgando puntos para estas certificaciones.
- La Declaración Ambiental del Producto (EPD) proporciona un perfil ambiental fiable, relevante, transparente, comparable y verificable de un producto, permitiendo destacar aquellos que son respetuosos con el medio ambiente. Este informe se basa en el ciclo de vida (ACV) del producto conforme a normas internacionales y datos ambientales cuantificados. Se elabora conforme unas reglas de categorías que aseguran unos criterios coherentes para cada producto.
