Las temperaturas frías pueden hacer que las tuberías de agua se congelen. La congelación en una tubería crea mucha presión en su interior y puede provocar que ésta se rompa y cause una inundación.
La mejor prevención contra las tuberías congeladas es mantenerlas lo suficientemente calientes para situarlas por encima del punto de congelación. Esto se puede conseguir con cualquiera de estos consejos o, mejor aún, con una combinación de ellos:
# Consejo 1: Evitar el estancamiento del agua en las tuberías y, en el peor de los casos, cerrar la corriente de agua. Cuando hay mucho frío durante mucho tiempo, lo ideal sería cerrar la llave de paso y vaciar las tuberías con la intención de que no entre agua en el sistema.
# Consejo 2: Selle los huecos alrededor de los orificios donde las tuberías atraviesan paredes o suelos, especialmente donde el orificio deja entrar el aire frío. Use masilla o aislante de espuma en aerosol para llenar los huecos. Si es posible, selle los orificios en el lado interior y exterior de la pared o el suelo.
# Consejo 3: Las tuberías que están ubicadas en áreas que no tienen el aislamiento adecuado, como sótanos o áticos, pueden necesitar un aislamiento adicional para evitar la congelación. Las tuberías en sótanos o áticos no son las únicas que pueden no estar adecuadamente aisladas del frío. Si ha tenido un problema con la congelación de las tuberías en cualquier lugar de su hogar, el aislamiento adicional podría ser la solución.
Las tuberías pueden equiparse con goma espuma o fundas de fibra de vidrio para ayudar a disminuir las posibilidades de congelación.
# Consejo 4: Si usted o sus inquilinos se van a ausentar por un largo período de tiempo, asegúrese de mantener la calefacción en casa. El calor puede ayudar a evitar que las tuberías se congelen, y si las tuberías se congelan y revientan, pueden causar grandes daños.